Con el compromiso por el ambiente, en Guatecaña exploramos nuevas alternativas orgánicas a los insumos agrícolas para el control de plagas y al mismo tiempo protegemos los cultivos de caña de azúcar de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Control biológico con lechuzas

Los ingenios del país, a través del Centro Guatemalteco de Investigación y Capacitación de la Caña de Azúcar -Cengicaña-, tienen un innovador programa para el control biológico de plagas que promueve el uso de métodos naturales para combatir amenazas como roedores, insectos y enfermedades que afectan los campos de caña. Esta iniciativa forma parte del compromiso del sector con la producción sostenible y la conservación de los ecosistemas.

Entre las prácticas destacadas se encuentra la colocación de nidos para lechuzas y halcones, aves rapaces que actúan como controladores naturales de plagas como las ratas, reduciendo así la necesidad de usar rodenticidas químicos. Además, se ha fomentado la introducción de avispas benéficas, especialmente seleccionadas para atacar al gusano barrenador, una de las plagas más agresivas para la caña de azúcar.

Estas medidas no solo contribuyen a un entorno más sano y equilibrado, sino que también permiten mantener la productividad de los cultivos sin comprometer la salud del suelo ni la biodiversidad.

El programa de control biológico de Cengicaña continúa explorando nuevas soluciones sustentables, reforzando el liderazgo de Guatemala en la producción responsable de caña de azúcar a nivel mundial.